Collages técnica mixta de la colección “La vida es bella”
¡Cuánto se utiliza la palabra amor sin sentido y que poco
sentido se pone en muchas ocasiones al amor! Me ha costado demasiados años encontrarlo
en su estado más puro y, paradojas de la vida, lo he hecho gracias a la sufrimiento.
Lo encuentro en la mirada de mis hijos y en su espejo veo
reflejado mi amor más grande. Ese que va
más allá de la vida. Es inmenso, infinito, eterno; algo con olor y sabor a
origen de la humanidad, animal, protector, nacido de las entrañas. Pleno de
felicidad y alegrías
Siento el amor incondicional, sólido, siempre presente en
mis padres, ya mayores. Seguro que sufren mucho más que yo, que nadie. Ellos son el
espigón de todos mis envites, ellos son el puerto donde encuentro refugio en
esta tempestad. Ellos son el origen, gracias a ellos renazco
Disfruto a tope del amor en mis hermanos; cada uno con su forma de
ser me dan cariño a raudales; el amor les trasforma y nos transforma. Ahora somos
mejores; ahora nos queremos más que nunca; ahora, por desgracia veo la
desesperación, en sus ojos. Cada uno intenta a su manera lanzarme un salvavidas
que me saque a flote. Y entre ellos mis hermanos- cuñados; Vicky eres un sol que me da luz y calor, Ignacio me has demostrado el gran ser humano que eres, tú y yo sabemos por qué. Y aunque Chris esté lejos la siento cerquita a través de Nacho.
Me arrastra hacia delante el amor de mis amigas; son de una fuerza arrolladora. Incansables con su constante ayuda y apoyo; con sus risas, con sus noches de japonés y Biko, sus confesiones; sus propias alegría y penas. Siempre están ahí; las adoro porque no me compadecen. Simplemente me quieren. Simplemente las quiero. No hay otra filiación con ellas más que el amor porque sí. También hay algunos amigos, primas, tíos y tías que siempre están ahí; a mi lado
Me arrastra hacia delante el amor de mis amigas; son de una fuerza arrolladora. Incansables con su constante ayuda y apoyo; con sus risas, con sus noches de japonés y Biko, sus confesiones; sus propias alegría y penas. Siempre están ahí; las adoro porque no me compadecen. Simplemente me quieren. Simplemente las quiero. No hay otra filiación con ellas más que el amor porque sí. También hay algunos amigos, primas, tíos y tías que siempre están ahí; a mi lado
Veo el cariño y la preocupación en mis compañeros. Antes de retirarme
de las trincheras de la actualidad; he convivido con ellos nueve años. Hemos
compartido muchas más horas que con nuestros hijos y familia; muchas tensiones
y presiones, muchas risas y complicidades ( ¿os acordáis de de nuestra huelga
silenciosa de colores para protestar por “la falta de coordinación”? ¿O lo de
la cucharilla de Manu? ¿Del juego de la palabra del día? ¿De los amores y
desamores de Jesús? ¿De la blogera de moda Sara o de la defensora de las causas
imposibles Gracia?) ¡Os echo tanto de menos! Pero sé que de alguna forma sigo
ahí; dándole a la tecla con todas mis fuerzas porque yo aprendí a escribir en
una máquina Olivetti de hierro y con dos dedos.
Gracias Ana por tu ayuda, por ser la superstar menos star que he visto. Gracias Afi, Silvia, Xelo, Pili, Sonia, los de docu, los de produ, los de corazón, los de actualidad, los de reality, los colaboradores...(Benditos Marisa y Antonio) Gracias a todos los que habéis estado y estáis ahí.
Y ha llegado el momento de dar gracias a “el jefe” y a su
comunidad. Gracias Dios mío porque me mantienes en pie, porque me das sosiego y alegría. Gracias a los que te aman y me
aman; gracias a los que rezan por mi curación, algunos de ellos ni conozco sus
nombres. Gracias Luisjo, gracias a profesores, hermanas y miembros de la parroquia Sta. María la Blanca, gracias Julia (eres un tesoro) y demás familias de Montecarmelo (Semprún, Sanz, vecinos, amigos...)
A todos quiero deciros que soy feliz, que me levanto cada
mañana con la ilusión de recibir un regalo, que sigo con pasión la vida; que me
siento renacer cada día; que para mí solo existe el día de hoy y vuestro amor.
Que gracias a él enfrento cada amanecer… CON UN PAR DE ROSAS
Colección de collages "La vida es bella"
35 x 24 cms
Los dos, 140 euros enmarcados