domingo, 2 de noviembre de 2014

7. COLECCIÓN “MÁS QUE MADERA”: “UN DÍA DE PLAYA”

Collage en madera: "Un día de playa"  

Técnica: madera, juego de construcción reciclado,  óleo, barniz holandés, acrílico, látex, barniz madera y una conchita

Medidas: 65x35 cms.

Precio: 230 euros

Me encanta la madera. Es mi material favorito. Es cálido, tiene mil texturas, suave, rugoso, áspero. ¿A quién no le gusta pasar las yemas de los dedos por un mueble una talla y sentir la madera? Es como la piel de la Naturaleza.
Adoro los bosques, caminar por la sierra y oler a pino, a cedro, a nogal… Les quiero tanto que tengo que confesaros un secreto; lo que hago cuando nadie me ve ( que diría Alejandro Sánz) Me abrazo a los árboles tratando de que me traspasen su fortaleza, su profundo enraizado a la Tierra… de la misma forma que quiero ganar fortaleza y quedarme el mayor tiempo posible aquí.

A la madera uní otro elemento que me apasiona; el mar. 

Sumergirme en las frías aguas del Atlántico Norte me llena de alegría y energía positiva, vigoriza mi alma y mis pensamientos, tonifica mis musculillos. 
El pasado verano disfruté como una niña de los días de playa; tomé el sol, me bañé casi todos los días que no llovió. Algo que solo pude hacer un día el agosto anterior. 
En homenaje a los más de 30 veraneos de goce y felicidad en Playa América o Patos; siempre acompañados de familia y amigos que son como tal, he creado esta obra; el corte transversal de “Un día de playa”.
Con su anacronismo incluido, el avión de Nivea, un billete de vuelta a mi infancia

"Un día de playa" ha sido un trabajo laborioso porque  cada bloque de madera va pintado al óleo como si cada uno de ellos fuera un pequeño lienzo; barnizados meses después uno a uno y pegados sobre otra madera pintada y tratada con varios materiales para que de la sensación de mapa descolorido


Muchas veces me pregunto por qué a los niños no se les regala arte; todos tienen los mismos juegos, las mismas muñecas, los mismos divertimentos tecnológicos... todos van como corderillos al redil de lo que les marcan, cada navidad,  la publicidad o los catálogos. Unos juguetes que en un par de años ya no les interesan o pasan de moda ... ¿por qué no regalarles arte? Con lo maravilloso que es disfrutar todos los días de una obra que te haga feliz, te intereses, te despierte los sentidos... Y es para toda la vida, incluso puede pasar de generación en generación... 





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